
Domingo por la mañana.
Son las diez de la mañana y me despierto sin muchas ganas de levantarme, no he dormido nada bien. Ultima mente estoy inquieta, nerviosa y eso hace que mi cama parezca un circo cuando despierto.
Al final decido levantarme y sin mucho afán me dirijo a la cocina para prepararme el café, y sinceramente, hasta que no me lo tomo, no soy mujer de muchas palabras.
Soy como una autómata, preparo la cafetera, pongo la radio, preparo las tostadas y el zumo, y luego tomo mi postura, apoyo mi espalda sobre la pared de la cocina, elevo mi pierna sobre la mesa de la cocina, y me quedo mirando a nada escuchando la radio, hasta que la cafetera comienza a sacar ese liquido, que hace que mi cuerpo comience a reaccionar.
No tengo un buen día, lo noto, lo siento en cada poro de mi piel, es un día duro para mi, pronto llevaré a mi hija a su lugar de estudios, en unos días se irá también mi hijo y me quedaré sola.
No paro de pensar en ello, y no porque la soledad me asuste, si no porque sé que te echaré aún mas de menos de lo que te hecho ahora.
Comienzo a recordar nuestros encuentros, tu olor, tus caricias, tus besos...te siento en mi y eso me pone aún mas triste. Y aunque la decisión de separarnos la tomé yo, no puedo por menos que recordarte y desearte.
Llevo mucho tiempo sin que mi cuerpo reaccione, y la verdad es que tampoco me pide tener una aventura con nadie. Y las únicas sensaciones que he tenido agradables, fueron las de Barcelona, que en nada quedaron, pues ninguno de los dos toma la iniciativa.... complicado.
Como dice mi amiga, "estoy en dique seco".
Creo que lo que necesito es salir una noche de juerga, beber (que no bebo habitual mente) y simplemente dejarme llevar, sin mas. Pero soy demasiado racional y no soy persona de dejarse llevar por los sentidos, a no ser, que llegue esa persona que no sabes por qué, pero te sientes atraída por el y no te importaría. Y la verdad, por aquí, de esos, pocos o muy pocos, por no decir ninguno!!
Necesito perderme, en un lugar donde no me conozca nadie y con alguien que tampoco me conozca, necesito una buena sacudida, tanto físicamente, como mentalmente.