jueves, 9 de junio de 2011

LA PREGUNTA.


Una pregunta, solo una pregunta y todo se derrumbó como un castillo de naipes. Ese momento destruyó todo lo que hacía tiempo deseaba.


Solo esperaba una respuesta, una respuesta directa, clara y sencilla.
Sin más.
No había ni trampa ni cartón, no existían dobleces, no había doble intención.

Pero tú decidiste que esa pregunta llevara al traste todo y que la distancia se hiciera aún mayor.

Era tan complicado responder?

No hay comentarios: