martes, 20 de octubre de 2009

NO PUEDO (CARTA A MI HERMANO)


He compartido contigo 44 años de mi vida, tengo conciencia de tu existencia a partir de los tres o cuatro años.

Que puedo decir, se que en los primeros años de mi vida, no fui lo que realmente se dice, una buena hermana, pues el tener que llevarte conmigo a todos los sitios agarrado de la mano, me tocaba mucho las narices, porque eso no me dejaba vía libre para poder ir a jugar con mis amigos, eso es lo que tiene tener unos padres con un negocio de hostelería.

A medida que fuimos creciendo, la falta de afectividad por parte de nuestros padres , nos fue uniendo. Conversábamos de todo, nos gustaban las mismas cosas (cantar, tocar la guitarra, leer a Nietzsche a Kafka, escribir y sobre todo discutir temas que para nosotros eran muy transcendentales)
los dos intuíamos que no éramos como los demás chicos de nuestra edad, no nos interesaban las mismas cosas, pero eso no nos importaba y mucho menos cuando nos habíamos fumado unos porros.

¿Qué paso? ¿dónde te perdí?

Te fuiste a Suiza detrás de una chica, de la cual decías que te habías enamorado, y desde aquel viaje nunca fuiste el mismo. Ya no volviste a hablar conmigo como antes y por supuesto cambiaste tus amistades, no lo entendí hasta algunos años después y ya era tarde.

Mi vida cambió y la tuya también, nos alejamos. Bueno me alejé, no entendía nada y te reprochaba tu falta de valentía ante la vida, fui dura contigo y te dije cosas que te hirieron, no estaba preparada para ayudarte.
Te perdiste en los paraísos artificiales, cabalgaste en ese caballo tan duro y tan irreal que cada día metías en tus venas, y en ese mundo de mentiras manidas. Perdiste tu mirada clara y sincera y te convertiste en muñeco de la falsedad.

Ahora la vida pasa factura, ahora eres solo un saco de huesos, con los dientes carcomidos y tus ojos son dos cuevas profundas que no tienen fin, ahora ya no hay vuelta atrás. Y viendo como se va escapando cada día tu vida, solo pido a esa dama de capa negra y con guadaña en la mano, que se pasee por allí y te lleve con ella, para que...puedas encontrar la paz que tanto buscaste y que aquí jamás encontraste, a pesar de que cada día lo intentabas llegando a no tener una vena sana para meter tu puta heroína.

Se que debería decirte que te quiero, pero no puedo!!
Sigo enfadada contigo, sigo pensando que fuiste un cobarde y que malgastaste una vida llena de oportunidades. Ni tan siquiera tu hija te dio fuerzas para salir de ahí y por todo ello no puedo.

Se que cuando mueras te lloraré, lloraré hasta que ya no me queden lágrimas que echar, te llevaras un trozo de mi corazón. Iré a hablar contigo alli donde reposes... de nuevo... como antes. Y cuando te perdone, podré decirte lo mucho que te he querido, que te quiero y que te querré.

Eres mi único hermano, llevamos la misma sangre, pero nuestra lucha ha sido muy diferente.

Nos encontraremos de nuevo y allí... donde sea, te abrazaré. Porque aquí, ahora mismo....no puedo.

3 comentarios:

CalidaSirena dijo...

Que dura es la vida a veces y lo que tenemos que sufrir en ella, seguramente ese día en que ese abrazo se materialize llegará, aunque ahora no puedas, seguro que el amor que aún está en tu corazón saldrá a flote, porque el amor es lo que tiene, sabe de perdones, de comprensiones y de manos extendidas hacía quien se ha perdido un mal día en el camino..
Te dejo un cálido abrazo querida amiga y todo mi cariño..
Un beso enorme

Anónimo dijo...

que bonito, qué duro

un beso

Unknown dijo...

un beso, y la certeza que elegirás lo mejor