FOTOGRAFIA DE MARTIN KOVALIKDesde la primera vez que la vi, me senti atraido por ella.
No, no fue una de mis acostumbradas miradas de admiración femenina. Ella tenía algo especial.
Tendria mas o menos unos 40 años (edad en que madura el atractivo de las mujeres), de piel almendrada, ojos penetrantes y un cabello negro semi ondulado que se acoplaba a su caminar altivo.
Su falda de seda negra que le marcaba la circunferencia de las caderas,la hacia aún más atractiva a mis ojos.
Desde entonces, casi diariamente venía a la biblioteca y se sentaba en un lugar adelante del mío, siempre dándome la espalda.
A veces, al pasar me ofrecía una mirada seria, nunca una sonrisa; a mí no me importaba.
Cuando se recogía el cabello, yo fijaba los ojos en su cuello y en los fragmentos de sus labios que eventualmente se asomaban de su perfil. Fue así como descubrí las pecas de su espalda y los granitos de sus mejillas.
Cada vez que ella se levantaba para ir al baño o por un café, una fuerza se apoderaba de mí para obligarme a abandonar todo lo que estuviese haciendo y observarla embobadamente. Fue así como me di cuenta de que no poseia un trasero firme ni redondo, pero me resultó igualmente hermoso.
No dejaba de admirar su delicioso porte al caminar y el movimiento de sus caderas aceleraba mis palpitaciones, me excitaba solo mirarla!!
A los 40 años el deseo comienza a ser selectivo, pero no disminuye en intensidad.
Creo que se percató de mis lascivas miradas, pues en ocasiones ella se giraba inesperadamente hacia mí o cuando regresaba con un café en su mano, dirigia sus ojos hacia donde yo me encontraba.
No pude averiguar su nombre. Por eso, para mí era “ella”.
“Ella” se fue convirtiendo en una de esas inquietudes que hacen sudar las manos y humedecer la ropa interior.
Cada vez que la evocaba el placer que mis manos no podían conceder a su cuerpo, lo desquitaban en el mío. Y así fue… hasta hoy.
Todo parecía normal, rutinario, monótono, como todos los días. Cuando me levanté de mi lugar jamás me imaginé lo que sucedería. No lo podía creer. Tuve un momento de incredulidad, aturdimiento. Mi cara lo debió reflejar y un conato de sonrisa se dibujó en su rostro. ¿Se había equivocado? ¿O lo había hecho yo?
Como quiera que fuese, ella y yo estábamos solos en el mismo cuarto de baño, al instante reconocí el lavabo donde tantas veces me había aseado las manos.... no dije nada e intenté salir de ahí con la premura producto de la ansiedad, detuvo mi huida tomándome la mano e inmediatamente cerró el seguro de la puerta.
Se giró hacia mí, clavo su mirada en mis ojos. Noté como un sudor frio recorria mi espalda.
Dio un paso hacia mí y sentí como si la piel se me fuera a resbalar de los músculos...estiró sus brazos... tomó mis manos y las dirigió hacia su cintura.
Yo no dije nada, ninguna palabra o frase podía traducir fielmente lo que mi cuerpo experimentaba. Ella tampoco dijo nada, solo me miró con esa certeza de saberse dueña del momento y de mí.
Sentia su inquietante calidez. Sus ojos eran una hoguera. Un fulminante golpeteo de sangre convulsionó mi cuerpo y me esclavizó al de ella.
Vi como se mordia sus labios rosados, sentí mi cara enrojecer de deseo. Entonces, acercó su rostro al mío y humedeció mis labios con los suyos.
Su aliento me embriagó y mis manos, antes temerosas, sostuvieron con fervor su cintura para no dejarla ir. Mi lengua se estrujó gustosamente con la suya. Su boca sabía a fresa azucarada... a champagne acaramelado... a exquisita incredulidad!!
Un hilito de saliva se derramó de la comisura de mis labios y ella con suavidad lo llevo a su boca.
Exploré su boca, live su lengua, mordisquee sus labios, aspiré su aliento, absorbí su humedad, provoqué su agitación.
El pantalón me estorbaba ya, mi pene con una erección que no recordabam, estaba ansioso por salir de su prisión.
Mis dedos se colaron entre los botones de su blusa, sentí su piel erizarse. Acerqué su cuerpo al mío para que ella sintiera lo que me había provocado.
Mi pene se depositó en la hendidura de su entrepierna.
Recorrí delicadamente el contorno de sus caderas hasta el límite de su falda, sentia su respiración como se iba acelerando .
Ahora yo era el dueño del momento.
Mi lengua retozaba en la suya. Mis labios mordían los suyos. Jugueteaba con sus pezones provocando el temblor de sus piernas.El espejo del baño comenzaba a empañarse.
Vencí el último reducto de mi timidez; retiré mis labios de los suyos, y la miré con devoción provocando que se sonrojara. No di tiempo a la incomodidad, así que volví a abrazarla,la besé, aspire el aroma de su cabello que le caia por el hombro y volví a acariciarle las piernas presionando mi pene a su sexo. Su piel era un volcán.
Mis manos amasaban sus glúteos. Mis labios paseaban por sus hombros y su cuello hasta bajar a sus prometedores pechos. La despojé del sujetador, recreando mi mirada en unos pechos tersos,jugosos.
Ella respiraba agitadamente con sus pezones erectos, apuntando hacia mi desafiantes. Dejé que mi boca probara esa tentadora fruta madura con delicia y esmero. Mis oídos escucharon las agitadas palpitaciones de su corazón.Tomé con mis labios sus pezones mientras dejé que mis dedos alcanzaran su destino final,separe sus labios llenandome de sus fluidos, lleve mis dedos hacia mis labios...ummmm me encantó notar su sabor.
Comenzó a quitarme el pantalón y ante ella emergió un pene duro,rosado,húmedo. Lo sujetó con sus dos manos,acariciandolo y pasando su lengua, al principio suavemente para ir incrementando la velocidad de sus movimientos.
Un espasmo recorrió mi cuerpo. Le quité sus braguitas y levanté la falda hasta su cintura. Su sexo quedó al descubierto y cerrando los ojos, llevó sus manos a mi cuello y abrió las piernas. la tomé de las caderas y acercando mi pene duro y humedo acaricié suavemente su vulva. Dejé que mi glande besara sus labios.
La sujeté agarrando sus glúteos, la levanté y la senté en el lavabo.
Suavemente mi pene fue penetrando en ella.Ella quitó su boca de la mía dejando salir un gemido de placer a manera de bienvenida.
Había entrado al paraíso.
La estreché fuertemente en mis brazos y la besé desesperadamente.Con movimientos fuertes, entrando y saliendo de ella, noté como sus dientes se clavaban en mi hombro.
Nuestro sudor se mezclaba con nuestros fluidos, dejando en el aire un dulce olor a sexo.
Estaba llena de mi, explorando cada hueco, copando cada rincón, la penetraba como si la vida me fuera en ello, saboreando cada segundo. Sentí como su corazón estaba a punto de salírsele del pecho y en ese momento, ella echó su cabeza hacia atrás. Yo entendí el mensaje, y haciendo mas fuertes mis movimientos senti como sus uñas se clavaban en mi espalda y en ese mismo instante dejó escapar un placentero sollozo, a la vez que su cuerpo se convulsionaba. Habia llegado al climax, la culminación de todo el deseo. Fue maravilloso!!
Poco a poco su cuerpo se fue relajando. Cerró sus ojos y descansó su rostro en mi hombro.
Me sentí el rey del mundo.
Comenzé de nuevo a moverme, despacio...muy despacio "era mi turno”....y en ese preciso momento, una mano toco suavemente en mi hombro;
.- es la hora de cerrar.-
Fije mi mirada hacia donde ella solia estar sentada y su lugar seguía vacío.
Ella tampoco habia venido hoy. La semana habia llegado a su fin y yo seguia sin verla.
Guardé mis cosas y salí.
El mimo
Hace 3 meses
11 comentarios:
Gracias Encantadora por llegar a mi blog, he disfrutado de tus letras. y espero seguir haciendolo.
con cariño
Blue
No me des las gracias blue, el placer ha sido mio al descubrirte.
Aqui estaremos, dejando jirones de nuestra vida y de nuestra alma.
Un beso con mucho cariño, tambien para ti.
Los sueños, sueños son, aunque algunos pueden ser realidades, ¿seguro que no fué real?
Un beso
Wow! Para ser imaginario... fue demasiado real, llegué a excitarme y no me avergüenza reconocerlo. Eres excelente para describir hasta el más mínimo detalle de la manera más sensual y erotizante que he leído hasta ahora.
Un beso
Te felicito, Encantadora!
Eres genial... me has conmovido, hasta el último detalle, me has dejado sin aliento.
¿Un sueño...? Genial pues!
Un beso, preciosa.
karlos, fue real? jajajaja
Si, muchas veces la realidad supera la ficción.
Me encanta ternerte por aqui. Un besin.
Malena, ummmmm te excitastes? me encanta leer eso!!
Reconozco que a mi tambien me ha pasado en algunos blogs por los que he paseado, y si, debo reconocer que sentia en mi cuerpo lo que escribia aqui, jajajaja te imaginas!!
Un besito linda.
Mi adorada Rebecca!! ta ha gustado?
Hacía mucho tíempo que no escribía, ufffff años!! y antes de decidirme a crear este blog, me paseaba, leia y comenzé a recordar lo que amaba escribir. Tu eres una de las personas a quien se lo tengo que agradecer. GRACIAS
Un besin.
A esto me referia, con queme habia dado cuenta ya de tu imaginacion, no se porque me cuesta dejar comentarios en tu pagina, no siempre me funciona la identificacion, y pese a haberlo leido ayer noche, con un resultado enervante, he vuelto a intentarlo ahora, y lo he releido, y ahor que hago yo? pues me ha excitado aun mas que ayer, ay señor señor, que dura es la vida jajaja
un besazo
Mi querido cat, no te dire que lo siento,no,no. Todo lo contrario, me gusta ese efecto, no lo puedo negar.
Imaginacion? mucha!! pero no solo para escribir jajajaja
Sinceramente... espero producir muchas veces ese sentimiento. Un besote.
muy bien....me ha encantado soñar contigo.
Me ha encantado leerte y descubrirte, ha sido un placer perderme en tu escrito..
Un beso muy dulce
UN PLACER ES PASEAR POR TU BLOG SIRENA, ES COMO SUMERGIRSE EN EL MAR DE LOS DESEOS, DE LAS ILUSIONES, DE LOS SENTIDOS.
GRACIAS POR PASEAR POR EL MIO. UN BESO MARINO PARA TI.
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